Excepcional óleo sobre tela del siglo XVIII que representa a San Antonio de Padua sosteniendo al Niño Jesús, acompañado de tres ángeles que enmarcan la escena con espiritualidad y ternura. El Niño aparece con un manto azul y porta en su mano izquierda una flor de azucena, símbolo de pureza y virtud.
La composición refleja el refinamiento del arte religioso barroco, con gran delicadeza en el tratamiento de las figuras y una atmósfera de profunda devoción. La obra se conserva con un marco tallado de la misma época, lo que realza su autenticidad y valor histórico.
Dimensiones: 136 X 112 cm.