Óleo sobre lienzo realizado en el siglo XVIII, que representa a Santo Tomás de Villanueva (1486–1555), arzobispo de Valencia y figura emblemática de la Iglesia católica, reconocido por su humildad, sus obras de caridad y su dedicación a los más necesitados. La iconografía suele mostrarlo con vestiduras episcopales, repartiendo limosna o en actitud de bendecir, símbolos de su profunda entrega al prójimo.
En la parte derecha de la composición aparece un devoto, probablemente el comitente de la obra, en gesto de veneración hacia el santo. Este detalle subraya el carácter personal y devocional de la pintura, típica de los encargos particulares de la época.
Dimensiones: 47,2 X 56,4 cm.