Elegante frutero ovalado en plata maciza, de origen italiano, datado en el siglo XIX. Destaca por su línea clásica y refinada, con bordes suavemente moldurados y una silueta equilibrada que realza la calidad del trabajo artesanal.
Con un largo de 34 cm, es una pieza versátil, ideal tanto como centro de mesa como elemento decorativo. Su brillo sobrio y pátina original reflejan el encanto y la tradición de la platería italiana del periodo.
Una obra atemporal que combina belleza, funcionalidad y elegancia histórica.





