Acuarela Neoclásica del siglo XVIII que destaca por su rica decoración arquitectónica y simbólica. La obra presenta querubines juguetones, animales y una ristra de frutas, complementada con guirnaldas de hojas que enmarcan la composición. En la parte inferior, se representa a Baco sosteniendo un cesto de flores sobre la cabeza, acompañado por dos figuras femeninas, creando un equilibrio perfecto entre mitología y naturaleza. Ideal para coleccionistas de arte y amantes del estilo neoclásico, esta pieza es un ejemplo excepcional de la elegancia y el detalle de la época.
Dimensiones: 41 X 105 cm.