Esta obra excepcional de la Escuela Italiana del siglo XVIII representa a Santa Catalina de Alejandría, mártir cristiana venerada por su fe y sabiduría. Pintada al óleo sobre lienzo, la santa aparece con la rueda y la palma, símbolos centrales de su iconografía: la rueda hace referencia al instrumento de tortura que se rompió milagrosamente, mientras que la palma representa su victoria como mártir.
Su vestimenta y tocado reflejan la solemnidad y elegancia propias de las santas retratadas por la pintura italiana de la época. La obra combina un fuerte valor religioso con una notable calidad artística
69,4 X 85,4 cm.